jueves, 17 de febrero de 2011

Atrincherada

Amor
si tu voz
de dócil resonancia
pudiera hoy decirme
que me amas.;
en ese instante
desterraría rumores
de sales
aboliría rebeldías
que cerco formando una muralla
a la desdicha.
Yo, sigo buscando
como penitente
tu rostro y tu sonrisa
que hacían palidecer
hasta la aurora.
Voy acrecentando esperas.
Tallo mi boca
en hierro de orfebre
para no ocuparla
y sólo sentir tus besos
cuando vuelvas
amasado en follajes de miel
entre nostálgicas estrellas.

Lucila Soria

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