jueves, 17 de febrero de 2011

Soy

Soy arena blanca
para que en ella
acerques tu barca.
el ensueño sea
de dos que se aman.,.
se entregan la vida
ya no queda nada.
Soy el aire puro
que respiras calmo.
Soy el suelo firme
para que tus pasos
se acerquen a mi
sin que tu lo adviertas.
Soy el brazo fuerte
para sostenerte,
la dulzura mansa
para que te entregue
caricias y besos.
Soy la lluvia tenue
que moja tus días.
Soy pájaro libre
soy espejo mágico
donde ves mi rostro
aunque yo esté lejos

Lucila Soria

Soñar

Te busqué
y estabas a mi lado
como un roble macizo.
Con pétalos de rosa
en tus manos terciopelos;
dispuesto a la caricia
que acostumbra mi cuerpo.
Quise tararear la canción
de nosotros
y tu boca sensual
la aprisionó en un beso
desbordante
tempestuoso
y supe desde allí
que siempre serás mío
sin límites de tiempo,
con tu canto y mi canto
con tu estela de amor
navegando en mi cuerpo.
Viajando en esa barca
poblada de palabras
cubierta de te quieros.
Percibí cosas bellas
pero era solo un sueño.

Lucy Soria de Corbalán

Seré Otra

Vendrá el amor
como brisa suave
para mi ser oscurecido
por antiguas tristezas.
Aprisionaré toda la ternura
la sapiencia y la miel.
Haré un lazo
con las horas
pasadas a tu lado.
Saldremos a correr
como atletas olímpicos
ganando la carrera
de la dicha.
Tomados de la mano
nos pondremos
otros nombres.
Y en la pila bautismal
de mi juventud marchita
seré otra.

Lucila Soria

Risa Loca

Es sana mi alegría
en este día precioso
miro a mi alrededor
y todo es milagroso.
Es magia, maravilla,
contento y fantasía.
Busco la metáfora
más rica y descriptiva,
pero a mi mente vienen
sólo los instantes
en que la felicidad
tocó a mi puerta.
Antes parecían pocos
quizá estuve triste
cuando enumeraba
esos momentos locos.
Pero hoy mi corazón
está inspirado
y mi risa es tan clara
musical y transparente
que todos asombrados,
ansiosos, me preguntan
¿Qué pasa?
Y yo, con la mirada
les muestro algarabía.
Ellos no me comprenden
me vieron mucho tiempo
con el ceño fruncido
y un rictus de amargura
arraigado en mi rostro
que al ver la faz de luz
y mi boca jugando
en permanente risa,
se creen que estoy muy loca
buscan todas las llaves
y quieren encerrarme
en lugar de soltarme
cual veloz barrilete
para dar alegría
a todos los que pasan.

Lucy Soria de Corbalán

Remembranzas

Una lluvia de ausencias acompaña
el gemir tumultuoso de mis días.
Son presencias que añoro
están en los rincones que habitan mi memoria.
Allá en lo alto, cultivando rosas,
mi madre con sus manos mariposas.
Mi padre, el señor de las canciones
tarareando antiguas melodías.
Ellos saben de mi.
Son compañía.
Los siento en los recodos
de esta casa,
También pueblan mis instantes
con palabras
que yo sola traduzco
porque hablan el lenguaje
del amor
sin tiempo ni medida.
Hay veces que me encuentro sonriendo
enmarañada en el pajar de los recuerdos
soltando amarras a juegos y poemas
a rondas con hermanos y vecinos.
Me instalo en la lejanía de la infancia
y casi como un acto de comedia
corro , salto, río a carcajadas
y vuelvo a ser la niña
poblada de alegría.

Lucy Soria de Corbalán

Sus Ojos

Sus ojos rasgados de esperas
de una espera triste.
La boca es un rictus
de agrios silencios
Se coloca flores
de varios colores
y quiere tapar
la tristeza cierta
en su rostro inerme.
Pero los colores
no cumplen el rol
que ella pretende;
algunas se opacan
otras se marchitan
como los pesares
que este ser encierra
y aunque busque
las flores más frescas
igual serán tristes
porque a los padecimientos
los lleva muy dentro.
Aunque nos vistamos
de bellos colores
y pongamos rosas
cuajadas de rojos.
igual nuestro pecho
anida la pena
y el rostro es el alma
que se corporiza
en todos nosotros

Lucy Soria de Corbalán

Orfandad

Gorrion desvalido y ultrajado
cual pajaro lejos de su nido.
Encuentra embeleso en la caricia
de unos labios encumbrados de ternura,
que hacen dulces maravillas
solo con la calidez de un beso.
Y su alma solitaria
encuentra calma
en la solidaridad
de un ser desconocido
que logra algo imposible
que la orfandad desaparezca
para siempre
y se transforme en un barco
peregrino.


Lucy Soria de Corbalán

Melancolía

La reminiscencia es el encuentro
sutil con el pasado.
Tiene forma de sueño
a veces de quimera ..
Seguimos marchando
callados, taciturnos.
Este día azul
implacable al olvido
se presenta rígido
con señales dolientes.
En esta mañana
de un diciembre caluroso
tiembla mi alma
con el frío del recuerdo
A veces alucino
con verte a la distancia
corpóreo, matizando,
angustia indescifrable;
con halos de ternura
de querer alcanzarme
entre tantos obstáculos
y profusos ayeres
que a veces tienen
intención de futuro.
Pero abro y cierro los ojos
sin siquiera advertirlo
mi vida se torna
agridulce de espera…

Lucila Soria

La Casa

Abro las puertas
que lastiman
recuerdos,
entre grampas
ruidosas por el tiempo.
El parral y las calas
ya no existen.
Las paredes se han marcado
de verdes humedades.
Cierro los ojos
y la casa que almacena
recuerdos
de niñez, juventud…
logros, amores
decepciones y fracasos,
quieren huir conmigo.
Acompañarme,
pero quedan
incrustados en los muros
bordados de musgos y de penas.
La soledad
emerge vencedora.
Salgo
con las risas de la infancia
en mi oìdos.
Y lagrimas calientes
en la retina.

Lucila Soria

Homenaje

Hoy quiero escribirle
a ese ser anónimo
que pasa a mi lado
con rostro de pena
con rostro de dicha
preocupado, triste
a veces contento….
Hoy quiero escribirle
al obrero manso;
que limpia las calles
levanta paredes
pinta edificios
y escribe poemas
Hoy quiero escribirle
al fiel carbonero,
al hachero enfermo,
al que ofrece carne
verduras y postres.
Hoy quiero escribirle
al fiel canillita
que en horas tempranas
ofrece sus diarios,
con coplas sabidas
de su tierna infancia.
También al que dice
con tono pausado
- compre mis quesillos,
mi queso de cabra
hecho por mis manos
muy de madrugada.
Le escribo al cantante
aquel guitarrero
que rasga sus cuerdas.
Inunda la casa.
con notas sentidas
que llegan al alma.
Todos los obreros
están en el canto
de mi ser que quiere
por siempre nombrarlos
Saber que los tengo
poblando mi pecho
y en el universo
de todos mis gozos..

Furtivo

Alguien
demora en el sendero
el paso de los días,
que caminan,
mientras canta,
igual a los pájaros
del monte quieto.
Es alto, es bello
como el cazador
de Alfonsina
en su poema.
Tanto está aferrado
de un lado, a otro
que a veces se confunde
con otro, que no es él
y sigue transitando
sendas arboladas;
mientras las endechas
sin nombre, ni memoria
se esparcen y se alejan.
Las metáforas
se hacen nudo en su garganta.
Dan vagos
sonidos guturales.
Rasante pasa un ave.
El dueño del fusil
levanta el arma
Mira, Escruta, ¡Mata!.
y cual cascabel enmohecido,
se transforma
en un reproche
a si mismo.

Lucila Soria

Éxtasis

Las tardes afilan los tristes adioses
alla a la distancia el sol se despide
los rosas, los rojos, los lilas tan claros
semejan jardines de flores hermosas.

El Supremo, con pinceles de oro
pinta ese marco con un arte puro
el asombro llega y cada dia
alimenta el alma, haciendo poesia.

Ningun artesano podria emularlo,
al dueño absoluto de todo lo bello
y en cada ocaso, el azul del cielo
se tiñe de arco iris. ¡Divino prodigio!

Lucy Soria de Corbalan

Confidencias

Hoy
cuando el invierno
trazó espirales
de fríos en mi alma,
quise rescatar
mi tiempo
y volver al ayer
poblado de risas,
de juegos y escondites.
Necesité el retorno
a mi casa humilde…
a mis raíces.
A los días
con muñecas de trapo
cosidas por mis manos;
entre hilados de alegrías
y sonrisas marcadas
de esperanzas.
Mis pasos quedaron
en la acera
desnivelada por los años.
Vertí una lágrima
por la gente que ya no está.
Y aunque el pájaro azul
de la alegría
voló conmigo
un instante,
torné en verso
la agonía
de no ver
a los que amo.


Lucila Soria.

Concierto de Sales

Viajamos
por mundos diferentes.
La vida
nos hizo caminar
por aceras de miedo
y de misterio,
por callejas
pobladas de traiciones.
No te quiero.
El amor se fugó
en una barca
cubiertas de frutos
tormentosos.
El mar
se llevó lo construido
sobre arenas
resecas y malditas.
No quisiste entender
la finitud
de nuestra historia.
Te embarcaste
en bajeles de ruegos
y quimeras
y en no querer
aceptar la realidad.
Cuando el amor
se va,
se fue…
No lo detengas.
No tiene solución.
Es un naufragio.

Lucila Soria

Cercana lejanía

Acércate
más lejos en las noches
vanas
donde ni un eco
repercuta en mi
Como dama nocturnal
allá en las sombras
cerraré mi corazón
sólo por ti.
Y aunque pulses
la lira del silencio,
la que angosta
el diapasón del alma,
con las negras
arañas del desvelo.
Cerraré mi corazón
sólo por ti.

Lucila Soria

Atrincherada

Amor
si tu voz
de dócil resonancia
pudiera hoy decirme
que me amas.;
en ese instante
desterraría rumores
de sales
aboliría rebeldías
que cerco formando una muralla
a la desdicha.
Yo, sigo buscando
como penitente
tu rostro y tu sonrisa
que hacían palidecer
hasta la aurora.
Voy acrecentando esperas.
Tallo mi boca
en hierro de orfebre
para no ocuparla
y sólo sentir tus besos
cuando vuelvas
amasado en follajes de miel
entre nostálgicas estrellas.

Lucila Soria

Amor

En la penumbra
del cuarto en silencio
pronuncié tu nombre
miré a todos lados
guardando el secreto.
Creyendo que alguien
me delataría
lo repetí mil veces
detrás de un candil.
Y pedí a los cielos
que lo transportaran
para que lo escuches
y sepas que yo
Soy calandria andante
paloma sin freno
para que vos sepas
lo que siento yo
Y cuando te encuentro
me sonrojo entera
no quiero mirarte
¿Dime aún no sabes
de mi tierno amor.?
Seré agüita clara
que moja tus sienes
le pediré al viento
que lleve caricias
desde la distancia
te seguiré amando.
por Dios algún día
quiéreme un poquito
pero siempre, siempre
déjate querer.

Lucila Soria

Alegría

En esta noche azul
azul como ninguna.
La luna está presente
dorando la espesura
de ese monte tupido
que es la existencia mía.
Y colma mis riberas
grafica mi cuerpo
me siento tan extraña
hasta me veo linda
reflejada en la luna
de un espejo de antaño.
Cuantas veces corrí
hacia un lugar oscuro
porque me veía fea
sin gracia, ni elegancia.
Hoy ¿Qué pasa?
¿por que tanta alegría?.
Mis ojos son dos soles
relucientes de dicha,
porque notan la mirada
de los otros, sincera
que dicen espontáneos,
contentos y afectuosos
¡Mujer!, hoy estás bella.

Lucila Soria